El John Lennon argentino: nació en Lanús, es idéntico al líder de los Beatles

Fue elegido para interpretarlo en un musical en Liverpool.

Javier Parisi tiene 38 años, está en Reino Unido para protagonizar «This Girl, The Cynthia Lennon Story», el musical británico que recrea la primera gran historia de amor del astro musical. Todo con asesoría de Julian, el hijo mayor de Lennon, y Julia, su hermana, que ya compartió infidencias sobre Yoko Ono y Paul McCartney con el músico argentino.

Son las 22.30 en Chester, Inglaterra, y Javier Parisi (38) lleva un par de días viviendo la vida de John Lennon. Está instalado en la casa –«inmensa, con cancha de fútbol y pileta»– de Helen Anderson, la gran amiga de la juventud del Beatle, diseñadora de su clásica gorra de cuero del año 64. Que además es testigo presencial de su historia de amor con Cynthia Powell, la mamá de Julián, el hijo mayor de Lennon.

«Ayer vino Julia a tomar el té. Me quería conocer. Quedó fascinada por cómo me parezco a su hermano. Comimos alfajores Havanna. Me contó mil anécdotas. Y hablamos de Yoko y Paul, pero mucho no puedo contar», revela Javier a Infobae desde la ciudad que queda a 45 kilómetros de Liverpool.

El viernes 7 a las cuatro de la mañana aterrizó en Gatwick en un vuelo proveniente de su Buenos Aires natal. Se tomó un tren que lo dejó en la estación Victoria, del centro de Londres, de ahí un subte a Houston, para volver a subirse a un tren que lo dejó en Crewe para llegar desde ahí finalmente a Chester, donde lo esperaba Anderson y su marido, Derek Bell Jones.

Semejante periplo tuvo como objetivo meterse en los aspectos más íntimos y poco explorados de la vida del ícono musical. Y así poder interpretarlo en This Girl, The Cynthia Lennon Story, el musical que recrea la historia de amor del líder de Los Beatles con su primera mujer, fallecida en 2015.

Parisi participará de una pieza teatral que se estrenará el 21 de agosto, en The Hope Street Theatre de Liverpool, en la International Beatle Week

Una pieza teatral que se estrenará el 21 de agosto, en The Hope Street Theatre de Liverpool, en la International Beatle Week, para después empezar a girar. Pero, ¿cómo llega un músico de Lanús a ser John durante la semana que los beatlemaníacos no se pierden por nada del mundo?

MAGICAL MYSTERY TOUR
«En noviembre del año pasado le escribí a Helen por Instagram para preguntarle por una gorra de Lennon. Al mes me la mandó a mi casa, con una cartita en la que me pedía que le enviara una foto con la gorra puesta. ‘¡Te parecés demasiado a mi amigo!’, me contestó impactada y empezamos a intercambiar mensajes», relata Javier sobre cómo comenzó esta aventura que hoy lo tiene viviendo en la casa de la amiga de su ídolo máximo.

Pero la cosa no quedó ahí, porque Helen subió a su Instagram videos de Javier en la piel de Lennon y Julián empezó a darle likes e incluso comentó: ‘I love him’.

Javier con Helen, la amiga de Lennon que lo recibe en su casa

«A mí se me caían los pantalones. ¡Imaginate!», cuenta. Lo cierto es que la productora del hijo de Lennon contactó a Helen con Mike Howl, un director de musicales que planeaba contar la historia de Cynthia. Ella podría asesorarlos con información fidedigna y además estar a cargo del vestuario. Así fue como Helen –que a Javier lo llama «sobrino», en español– aceptó el desafió pero además propuso al argentino para interpretar a Lennon.

«Empecé a castinear desde Buenos Aires, preocupado por mi inglés y sabiendo que competía con locales. Hasta que un día de marzo Helen me llamó para decirme que estaba adentro. Yo estaba solo en mi casa de Lanús y la cabeza me volaba por todos lados», relata todavía incrédulo.

Así fue como Javier voló a la tierra del guitarrista de los Beatles tres meses antes del estreno, para mejorar el idioma y sobre todo el scouse: acento de Liverpool. Pero además, empezar los ensayos y filmar escenas que se van a proyectar en el musical.

Con la clásica gorra emblemática de Lennon, diseñada por una de las grandes amigas del ex Beatle

«El domingo pasado conocí a los actores. Tenía miedo: todos locales y yo aterrizaba para hacer de Lennon. Tienen alrededor de veinte años. Al principio me miraban, pero pronto se empezaron a reír con mis chistes. Al rato de despedirme vi que en Instagram ponían comentarios como: ‘Me quedé sin palabras con el Lennon que nos pusieron'», apunta Javier.

«El otro día estuvimos filmando en el mítico Ye Cracke bar, donde se conocieron. Después, lookeado como John, acompañé a Helen a buscar ropa y anduvimos por Liverpool. La gente se volvía loca. Y yo no puedo creer todo lo que me está pasando. Me siento como dentro de un libro o una película. Viviendo las cosas que leí tantas veces. Me muestran fotos de Lennon sentado donde yo estoy ahora… Sé el lugar que ocupo, pero todo es maravilloso», revela Parisi, que todas las noches antes de ir a dormir anota sus vivencias. Mientras ansía el momento de conocer a Julian y se repite: «pensar que no llevo ni una semana acá».

Entonces cuenta que su trabajo es de impersonator, que no tiene traducción al español, ni es imitador. «No hago lo mismo que Miguel Ángel Cherutti, sin herir susceptibilidades. Lo que hago no se valora en Argentina pero en Estados Unidos es una carrera dentro de la actuación. No pasa por un buen disfraz. Tiene más que ver con lo que hizo Rami Malek para interpretar a Freddie Mercury en la película: dos años de coach vocal y clases de baile», asegura.

DE FAN A INTÉRPRETE
Javier nació en junio del 80, seis meses antes de que mataran a Lennon. Creció en una familia de clase media de Lanús, junto a su mamá, Julia –coincidencia del destino, según la hermana de John–, su papá Roberto y Ezequiel, su hermano mayor.

A los ocho empezó su fascinación por Los Beatles y pidió tomar clases de guitarra, pero dejó porque le daban demasiado folclore y nada de los Fab Four. Le regalaron posters y un tocadiscos antiguo que –otra casualidad- traía un disco viejo: A Hard Day’s Night.

Se compró libros y se contactó con Juan Alberto Badía y el club de fans local de Los Beatles, mientras estudiaba inglés «por ellos». Hasta que un día, en el secundario, jugando al metegol con amigos, se vio parecido a Lennon en un videoclip que pasaban por la tele. «¡Estás igual!», le dijo uno de sus compañeros. Y aquello sirvió de disparador.

Javier armó su primera banda tributo con sus amigos del barrio. Retomó las clases de guitarra, empezó a gesticular, cantar y parecerse cada vez más a Lennon.

«Nunca estudié teatro, pero siempre me preocupé por sostener la banda. Los músicos iban cambiando, pero yo invertía en instrumentos y vestuario con lo que ganaba como cadete. Ponía carteles en los postes de luz cada vez que se me iba un baterista. Se cansaban de tocar «She Loves You» o «I Want To hold Your Hand». Compré una viola Rickenbacker, el bajo zurdo Hofner y la guitarra de Harrison», repasa Javier, que en 2009 tuvo la dicha de que Alan Williams, el primer manager de Los Beatles, lo viera en Buenos Aires y los invitara a participar de esta semana Beatle internacional, a la que vuelve diez años después para ser Lennon en una producción británica.

Y tanto había querido ir que a la vuelta de aquella inolvidable experiencia lo echaron del trabajo. Pero la apuesta le salió bien y después de sobrevivir haciendo promociones y changas durante un tiempo, en el 2013 su banda tributo empezó a ser un éxito lo suficientemente grande en Latinoamérica como para que pudiera vivir de la música. Desde entonces, consciente de que hay un montón de bandas tributo, Javier se focalizó en la personificación de Lennon. Empezó a ver con atención videos, comprar maquillajes y cuidar ese pelo colorado que le da un sobrenombre.

En pareja con Soledad, que quedó en Buenos Aires («me conoció así: son las reglas del juego», asegura el artista), Parisi pudo haber heredado su aspecto de un abuelo pelirrojo, que vivió en una colonia escocesa asentada en Brandsen. Su mamá es su principal seguidora y, paradojas del destino, perdió la audición hace un par de años pero suele ir a los shows a ver la reacción de la gente. Mientras que su padre, que al principio lo tildó de vago por dedicarse a la música, ahora está orgulloso.

«¿Sabés qué admiro de Lennon? Rechazó una condecoración de la Reina para manifestarse en contra de la Guerra de Vietnam. Tuvo una vida durísima y salió adelante. Es una responsabilidad enorme dejarlo bien parado. Para mí es un orgullo que los ingleses hayan confiado en un argentino para hacerlo. Se dieron cuenta de mi amor por Lennon», reflexiona Javier, sobre este sueño que lo atraviesa. Mientras, vuelve a la tarde anterior cuando tomaba el té con la hermana del eterno Lennon.

«Hablábamos de… bueno… no la quiere mucho a Yoko… ¡como nadie en Inglaterra! Se sabe: la viuda quiere acaparar la historia de John. De hecho no nos da acceso a filmar en la casa de la tía Mimi. Y nos pone restricciones con algunas fotografías. Quiere ser el único amor de Lennon: le molesta el musical. Con Julia también hablamos de Paul (McCartney) pero ahí sí, ¡no me hagas hablar más!», desliza y se despide. Para que quede claro que en materia de Lennon, todo es ayer, hoy y siempre.

 

 

 

Fuente: Infobae