Todo era agua, salvo unos pocos pastos verdes que asomaban en la zona más alta del predio rural, que hasta el pasado lunes funcionaba como el patio de la casa. Ese pedazo de suelo es el único refugio que les quedó a los Orsolini para ubicar sus 300 vacas preñadas hasta que pasara el temporal.
En la mañana del lunes pasado, mientras movían los animales hasta el patio de su casa ubicada en cercanías a la localidad de Villa Ángela, Cristian Orsolini, hijo de Pablo, el histórico dirigente de la Federación Agraria Argentina (FAA), comentó al portal Bichos de Campo la situación que estaban viviendo.
«Están llegando las vacas al patio de la casa porque el campo es un mar de agua completo y lo único que nos queda es meterlas acá», dice Cristian.
El domingo, en menos de cinco horas, cayeron 230 milímetros en Villa Ángela. Pero además baja hacia allí el agua que viene del noroeste chaqueño. Con los canales de desagote obstruidos por la falta de mantenimiento es muy poco lo que queda por hacer, salvo apechugar. Cristian Orsolini, del Lote 10 de Villa Ángela, cuenta que para entrar al campo en camioneta tienen que adivinar dónde quedaba la traza.
Las fotos son del pasado lunes, cuando Pablo y Cristian comenzaron a correr sus 300 vacas preñadas y unos 50 terneros de la cola de parición hacia el patio de la casa rural. Es su última opción antes de sacar los animales hacia otro campo. Mantienen la secreta esperanza que deje de llover y finalmente bajen las aguas.
“No tengo más lugar. El patio de la casa es lo único que queda alto”, explicó Orsolini.
Fuente: Bichos de Campo
