Los datos preliminares de la autopsia practiada al cuerpo de Natacha Jaitt demostraron que la modelo murió por una insuficiencia cardiorrrespiratoria, un edema agudo del pulmón y a lo último por una falla multiorgánica.
Jaitt, de 41 años, falleció durante la noche del viernes al sábado, pero «no se pudo determinar la hora todavía», como aseguró su abogado, Alejandro Cipolla, a los medios de comunicación.
Ese dato y otros más precisos serán revelados este jueves, cuando se realicen análisis de orina, sangre y toxicología a las muestras tomadas del cuerpo. En principio se sabe que su corazón estaba «deteriorado» y que había sangre en el peritoneo.
Por ahora sólo se sabe que la muerte se produjo entre 12 y 18 horas anteriores a la autopsia, que se realizó a las 14 de este sábado. El cuerpo no presenta signos de agresión ni defensa.
«Había cocaína en las fosas nasales», aseguró Cipolla, pero por ahora sólo hay conjeturas de que pasó en el salón de fiestas «Xanadú», donde apareció muerta la modelo.
En ese salón ubicado en Tigre se habría reunido Jaitt con al menos cinco personas, «con ella eran seis», convino Cipolla. El objetivo era hablar de cuestiones laborales, de una posible participación de la modelo en «unos eventos y concurso de baile», reveló el abogado.
Cipolla habló con Jaitt por última vez a las 21.40 del viernes «por cuestiones judiciales», explicó. «Dijo que tenía una reunion de trabajo por unos eventos y concurso de baile, que en la semana redactara un contrato», relató Cipolla.
El intermediario entre Jaitt y sus potenciales empleadores fue un hombre identificado como Raúl Velaztiqui Duarte, quien la acompañó a la reunión laboral. «Desconozco lo que él declaró», dijo Cipolla.
Velaztiqui Duarte declaró en la causa en calidad de testigo al igual que lo hicieron o van a hacerlo al menos dos hombres que ya fueron identificados. No hay imputados por la muerte de Jaitt.
