Durante la mañana de este jueves, la Policía Bonaerense encontró en el marco de la búsqueda de Sofía Herrera -la nena de tres años que desapareció hace una década en un camping de Tierra del Fuego- a una joven de aproximadamente catorce años y se investiga si se trata de la misma persona.
El hallazgo tuvo lugar tras varios allanamientos a miembros de la comunidad gitana en la ciudad bonaerense de Ayacucho. «El dato surge de una denuncia y de una pista que se investiga hace tiempo», aseguró a Infobae una alta fuente de la investigación.
La joven convivía con este grupo de gitanos y tenía un DNI falso. En estas horas permanece a resguardo de la Policía provincial y se le harán una serie de cuatro pruebas para determinar si es efectivamente Sofía.
Que Sofía Herrera haya sido capturada por gitanos es una de las hipótesis históricas del caso. El diario Ayacucho al Día asegura que los allanamientos se realizaron en inmuebles de las avenidas Dindart y Solanet.
Los resultados de los análisis para determinar su identidad estarían disponibles en el día de hoy.
Este mes, la búsqueda de la niña desaparecida se encendió nuevamente tras el testimonio de un ex policía con nuevos rastrillajes ordenados por el juez Daniel Cesari Hernández en Tierra del Fuego. Fuentes de la investigación afirmaron a Infobae que los pedidos de allanamiento en Ayacucho fueron remitidos por Cesari Hernández al juez de garantías de turno en Ayacucho.
Entre las pruebas que recibirá el juez de Tierra del Fuego estarán las impresiones de las palmas de la menor encontrada que serán comparadas científicamente con la de Sofía, que constan en la causa de su búsqueda.
Cómo serán las medidas de prueba
El juez de la causa, Daniel Cesari Hernández, explicó paso a paso cómo se determinará si la joven encontrada es Sofía Herrera. Primero dijo que lo fundamental es obtener la impresión de las palmas de las manos porque es el único registro que no tienen.
«Una vez que recibamos estos registros, la policía de Tierra del Fuego será la encargada de hacer la comparación científica del rastro con los registros que tenemos. A partir de ahí nosotros podemos realizar algún tipo de evaluación. Por el momento, no hay ninguna evaluación que podamos realizar porque no han llegado las huellas», continuó.
Y precisó: «Luego de la comparación de los registros palmares, en el caso de que fuese un resultado positivo, el segundo paso es la extracción de muestras de ADN, a través de un hisopado bucal. Esta segunda medida también fue solicitada al juez de garantías pero queda sujeta a los resultados de la primer diligencia. En ese tiempo, entre la constatación de las huellas y la eventual extracción de hisopado, la menor permanece a resguardo del Tribunal de Garantías bonaerense».
Esto último lo volvió a ratificar al final de al entrevista con TN: «Hasta que nosotros no recibamos las huellas que se captaron hoy y sean analizadas por la división de Delitos Complejos no podemos emitir ningún juicio valorativo ni a favor, ni en contra, ni afirmativo, ni de descarte. En el supuesto de que fuera positivo el segundo paso es el hisopado bucal.
«Quiero agregar que todo hisopado bucal, tanto a una menor cómo cualquier persona, se hace con una suerte de hisopo un poco más grande, se lo pasa por la lengua o la parte interior de los cachetes, se saca un poco de saliva y ya», completó.
LA MADRE DE SOFIA VIÓ FOTOS Y NO CREE QUE SEA SU HIJA
Dice que es una pista vieja que ya había sido descartada. «No tengo ninguna esperanza», dijo a Infobae.
La información llegó a través de un gitano que desertó de la comunidad. Dijo que otros gitanos tenían una hija igual a Sofía en una casa de Ayacucho, al sur de la provincia de Buenos Aires. El dato no es nuevo: es, según aseguró a Infobae María Elena Delgado, la mamá de Sofía Herrera, una pista que ya se investigó. «Para mí no es Sofi, yo no tengo ninguna esperanza. Es desesperante vivir así».
No es la primera vez que se ilusionan: reciben, en promedio, 25 fotos por año de «nenas parecidas» a su hija. Sólo el año pasado se hicieron 30 pruebas: ninguna era. Esta vez cree que no es porque «es información que ya se verificó. Ya habían certificado que la nena era hija biológica de la familia». Fue hace 4 o 5 años, dice, y la familia había mostrado fotos de la nena desde su nacimiento.
A la menor, de 14 años, la llevaron al hospital Pedro Solanet donde le hicieron las pruebas palmares. Esas huellas se cotejarán con una huella de una mano de Sofía que extrajeron, en su momento, de un mueble. Esos resultados se conocerían hoy: llegaron a Río Grande a las 14:30, confirmó el magistrado. En caso de ser positivos, el paso siguiente es hacerle a la joven un análisis de ADN (un hisopado en la lengua o en el el interior de las mejillas) para compararlo con el ADN de los padres de Sofía.
«Les pido calma, me están volviendo loca. Pónganse en mi lugar -pidió la mamá de Sofía-. Es muy duro ilusionarse y que después te digan que no es. Nosotros ya pasamos por esto». Hace 10 años que la están buscando: su segunda hija -que estaba en su panza cuando Sofía desapareció- ya escribió su carta para Papá Noel: «Quiero conocer a mi hermana», pidió.
Fuente: Infobae
