El crimen del penitenciario destapó una oscura historia de doble vida

Gabriel Tichellio tenía 32 años y era cabo del servicio Penitenciario. En el mediodía del jueves salió del trabajo y fue a su casa. Allí, según la investigación, habría encontrado la muerte. Lo asesinaron con un mazo y luego trasladaron el cuerpo para ocultar las pruebas. Su esposa y una supuesta “amante” son las principales sospechosas.

El conflicto en el matrimonio ya venía desde hace un tiempo. Para los familiares esto fue una sorpresa inesperada porque “parecían una pareja normal”. Gabriel Tichellio y su esposa Lorena E. estaban casados hace 10 años y tenían tres hijos pequeños.

La familia vivía en una casa ubicada en el Barrio Nuevo y fue allí mismo donde indican pudo haber sido el homicidio a sangre fría.

En la relación entre Gabriel y Lorena apareció otra mujer; se trata de Mirian Beatriz J, quien era una supuesta “amiga” de Lorena. No se sabe bien cuando inició esta relación “cercana” entre ambas, pero en la cuenta de Facebook de Mirian Beatriz J. había fotografías mostrando una supuesta aventura amorosa entre ellas desde hace un tiempo.

“El Guilian Jara”, así se hace llamar en redes sociales. Las fotografías son públicas y se las ve a las dos mujeres

Tichellio salió de su trabajo en horas del mediodía del jueves 26 de julio y se dirigió a su vivienda. Desde allí ya no se lo volvió a ver con vida. Ese mismo día, alrededor de las 23.20 fue hallado muerto dentro de su vehículo en zona de Av. Maipú y Ruta Nacional 12.

Las investigaciones arrancaron horas después del hallazgo. Había muchos interrogantes y pocas certezas. Tichellio tenía severos golpes en la cabeza y llevaba varias horas fallecido.

Rápidamente se pensó en la hipótesis de un supuesto “ajuste de cuentas”, pero las miradas estuvieron en su círculo íntimo. La mujer decía que lo había notado extraño unos días antes de su muerte, pero para los investigadores había algo que no cerraba.

El sábado por la tarde, la policía lleva demorada a Lorena E. En la Dirección de Delitos Complejos prestó declaración y allí se habría quebrado. En su relato habría responsabilizado a Miriam Beatriz J. de ser autora de los golpes que terminaron con la vida del joven penitenciario.

En los allanamientos que se hicieron el domingo por la mañana en casa de Tichellio, se encontró la billetera de la víctima, su teléfono celular y el mazo con el que lo habrían asesinado. Ambas mujeres se encuentran a disposición de la justicia.

Fuente: Sudamericana