En dialogo con CNU, Palacios detalló parte de su vivencial experiencia en el polo, donde hoy se encuentra, tras años de dedicación a instructor de caballos del deporte mencionado.
Palacios contó que, «en su búsqueda de trabajo, a los 19 años viajó a Mar del Plata, donde permaneció cuatro años», dedicando su energía a adiestrar animales en un Hípico de dicha ciudad y donde también comenzó a relacionarse con el deporte.
Transcurrido ese lapso, detalló que, se le presentó la oportunidad de vivir en Inglaterra, la cual acepto, y residió allí 9 años, fortaleciendo conocimientos y experiencias sobre “el juego de los reyes”.
«El amante y fanático de los equinos», como el mismo se definió, señaló también que, vivió en África y Nigeria, lugares donde permaneció durante dos temporadas. Actualmente y hace ya tres años, reside en Tianjin, China.
En China indicó que, desarrolla varias tareas, Hugo es «couch» de un equipo juvenil, donde da clases de polo, pero además, es jugador polista «destacado» en el Metropolitan Polo Club.
Dicen que «Corrientes tiene paye», y eso dejó en evidencia el correntino, quien en ningún momento, escatimo en humildad, «Corrientes es mi cable a tierra», «donde descanso», donde también renuevo energías», manifestó.
Subrayó así mismo que cuando regresa a su provincia, disfruta de la familia, de la naturaleza, y bajo este contexto expuso que, «aunque pareciera que no, el mundo no dispone de tanta vida natural como la que existe en Argentina», frase con la cual, nos lleva a reflexionar sobre la problemática de la «contaminación ambiental». Precisó que en el país Asiático, donde hoy pasa los mayores días de su vida, «ni siquiera se respira aire puro».
El Polo es un impresionante espectáculo, que a diferencia de cualquier otro deporte, se dá una fusión única, y mágica entre el hombre y el caballo, bajo este marco, nuestro entrevistado llamó a «fomentar el deporte en Corrientes, explotando la facilidad del lugar para criar caballos y la posibilidad de contar con terrenos extensos».
Por otra parte «el polista», puntualizó que, «A pesar de haber estado en los mejores hoteles y lugares del mundo, no cambio por nada, el asadito en el campo, el chipá cuerito y el mbaipy».
