Hector Muzzio es especialista en seguridad bancaria, en dialogo con un programa radial informo sobre como evitar fraudes en los cajeros automáticos.
Indico que hay cuatro maneras de vulnerar la seguridad de los cajeros y robar datos de tarjetas, además de indicar que los cajeros que se encuentran dentro de las entidades son los más seguros, mientras que los que están más alejados son los más peligrosos.
Manifestó que “el delincuente simula lo que es disimula lo que no es”, exponiendo que la primera se llama “Skim”, en la que no toma contacto con la víctima. Mediante modificaciones en los lectores de las puertas o del cajero, “leen” los datos de la banda magnética, y capturan el PIN con cámaras instaladas estratégicamente.
Para evitar esto, el usuario debe observar que no haya nada “extraño” en el lector de tarjetas del abre puerta o la boquilla del cajero, en tanto que otros recomiendan tapar con una mano el teclado cuando se marca la clave. Asimismo, divisar que no haya cámaras en la parte donde están las luces del cajero o en los costados donde hay recinto de folletería.
Muzzio manifestó que ante la creatividad de los delincuentes, “el usuario queda indefenso pero el 100 por ciento de la responsabilidad es de la entidad financiera, que debe velar por la seguridad física”. Agregó que “el delincuente que clona la tarjeta puede estar en cualquier lugar del país y de otros lugares del planeta, pero usa la misma modalidad”.
Otra de las modalidades a las que aludió Muzzio es la de “El Pescador”, en la cual el estafador “toma contacto, colocando en el ingreso del cajero que parece una V invertida, que retiene la tarjeta”. Allí agregó que el estafador apela a una “ingeniería social, mediante la presencia de una señora que usa a un nene y le dice que le pasó lo mismo, luego le pide que marque dos veces el PIN y observa, memorizándolo, para que, cuando se retira, extraer la tarjeta y usarla”.
Luego existe otro método por el cual se coloca una falsa tapa dispensadora de billetes, con lo cual, el cajero lleva a cabo toda la operatoria solicitada por el usuario, pero el dinero no sale, quedando atrapado en la misma. Cuando el usuario se retira, el estafador ingresa y lo extrae.
La cuarta modalidad es la del falso teclado o falso frente del cajero, en la cual el usuario “piensa que está poniendo sus datos en el cajero original, pero los delincuentes están tomando los mismos para usarlos. Hizo hincapié en que “los delincuentes están pensando constantemente cómo vulnerar al usuario que va a los cajeros”.
Por la distancia, finalmente, Muzzio explicó que hay tres tipos de cajeros, uno es el de 24 horas que está lindante a los bancos, que tiene las medidas de seguridad, con cámaras de video, que guardan por 60 días las imágenes, bajo normas exigidas por el Banco Central de la República Argentina. Después existen los que están alejados de las entidades, los que no tienen obligación de resguardo de video y otras medidas y finalmente los que están dentro de las entidades, que son los menos vulnerados.
La recomendación del especialista es que se usen estos últimos, los que están dentro de los bancos y en horario de atención, para que, ante inconvenientes se pueda solicitar asistencia a los propios empleados de la entidad. Otra de las opciones, ante sospechas de estafas es llamar inmediatamente a la empresa administradora de las redes de cajeros, o sea Link y Banelco.
