En el Teatro Argentino de La Plata desde las 8, comenzó el recuento definitivo de los votos de las elecciones primarias legislativas de la provincia de Buenos Aires.
El recuento, el único con valor legal que genera efectos jurídicos, será lento. Fuentes judiciales adelantaron que creen que demorarán al menos diez días en cotejar todas las actas. La provincia de Buenos Aires no solo es grandísima, sino que también tiene complejidades que podrían postergar una definición hasta fin de mes.
De acuerdo con el conteo realizado el domingo a la noche, que tiene carácter meramente informativo, Cambiemos le sacó 6.915 votos a Unidad Ciudadana con poco más del 95% de las mesas escrutadas. Es el 0,08 de los sufragios. La diferencia es ínfima si se tiene en cuenta que hay 38.514 votos discutidos y falta escrutar el 4,32% de las mesas, que son 1.471 (casi 400 mil sobres).
Si continuara la tendencia que se dio durante la madrugada del domingo, el resultado será muy ajustado, impredecible, para uno u otro candidato. En el oficialismo lo saben y ayer salieron a reconocer la posibilidad de una derrota.
El escrutinio definitivo está a cargo del juzgado electoral de la provincia de Buenos Aires, a cargo de Juan Manuel Culotta. El procedimiento prescribe que se deben analizar las actas de votación de cada mesa. Si no presentan inconvenientes, se cargan al sistema. Si hay alguna duda o error en su confección –letra ilegible o algún dato que falta- se la compara con el telegrama del Correo Argentino.
Los partidos tuvieron plazo hasta esta mañana para presentar impugnaciones. Ayer, en un diálogo televisado con Agustín Rossi, la postulante de Unidad Ciudadana, Cristina Kirchner, dijo que encontraron más de 200 mesas donde le habían consignado cero votos. Sin embargo, aún no se realizó una presentación formal para objetarlas.
