Precandidatas transexuales sueñan con ganarse un lugar en las PASO

Son mujeres trans y la distancia entre ellas es sólo geográfica.Las tres atravesaron la discriminación y la marginalidad desde la infancia.

Daniela Castro

Daniela Castro vive en Mar del Plata, Alma Fernández, en la Ciudad de Buenos Aires, Camila Maza, en cambio, vive en Salta.

Daniela Castro tiene 42 años, y  atravesó una situación de prostitución en la década del 90 y eso marcó un antes y un después en su vida.Recuerda que, había luchado mucho por no terminar parándose en una esquina.Cuenta que se sentaba en una plaza a vender artesanías, también trabajo en una herrería, pero la situación económica la superó.

Daniela -hija de una mamá ama de casa y un papá electricista-, había abandonado el secundario por la discriminación que vivía.

En 2011 fue precandidata a concejal del Frente para la Victoria y ahora es precandidata a Senadora provincial por la quinta sección electoral del partido Vamos (formado por organizaciones como Patria Grande, La dignidad y Peronismo Revolucionario, entre otras).

Alma dejó el colegio cuando terminó segundo grado. En ese contexto y antes de entrar a la adolescencia, empezó a travestirse.Cuando lleguó a Buenos Aires desde Tucumán en noviembre de 2001, se prostituía o robaba celulares en el tren Sarmiento.Recuerda los detalles del día en que estaba en la Plaza de Flores y alguien pasó repartiendo volantes del Bachillerato Popular Mocha Celis, conocido como la escuelita de las travas, lo que cambió su vida porque entendió que la educación es una herramienta tan poderosa que puede romper esa esclavitud.

Hoy Alma se encuentra cursando una Diplomatura en Género y Participación Política en la Universidad Nacional de General Sarmiento. No sólo es la primera de toda su familia que puso un pie en la militancia y en la política: es la primera que terminó el colegio y empezó la universidad, algo que en su hábitat primario sigue siendo considerado «cosa de ricos».

Camila Maza  tiene 29 años. Es salteña, trans, profesora de danza clásica, cantante, coreógrafa y actriz.Su madre se enteró leyendo un cuaderno – «mis bitácoras»- en donde Camila escribía lo que sentía, en femenino. «Por ejemplo: no estoy contenta con la imagen de mí que veo en el espejo».

Destaca que gracias al apoyo de su madre, para quien al principio fué duro, pero lo entendió, no terminó en la calle ejerciendo la prostitución.

Fue este año que, después de varios ofrecimientos, finalmente aceptó incursionar en la política y se convirtió en la primera candidata a Concejal trans de Salta. Su lista se llama Militancia y compromiso social y pertenece al Partido de la Victoria.